Juan Ambuludi[1]
Jeanneth Collaguazo[2]
Guido Duque[3]
El Fenómeno de El Niño, el “rey de los eventos climáticos”[4], es el suceso climatológico que ocasiona tormentas, inundaciones, tornados y huracanes, en general este tiene efectos a escala global, en especial en la cuenca del Pacífico. Y, a su vez, genere repercusiones en varias esferas de la sociedad, entre ellas las económicas y sociales. En ese sentido, Ecuador no ha sido ajeno a esta realidad y una vez más la probabilidad de un azote del fenómeno de El Niño a finales de 2023 es alta (90%).[5] Disponer de una adecuada planificación de la gestión de riesgos resulta esencial si se busca menguar los posibles efectos sociales y económicos que deje tras su paso. En el presente artículo se explora las implicaciones económicas de este evento climático para Ecuador y se analiza la respuesta que tienen planificada las instituciones públicas encargadas de la prevención de riesgos, además de la formulación de los posibles escenarios posteriores al evento.
CONTEXTO, PREVISIONES Y PRONÓSTICOS
El Niño Oscilación Sur -ENOS (nombre técnico del Fenómeno del Niño)-ENOS involucra los componentes oceánico (El Niño) y atmosférico (Oscilación Sur). Su ocurrencia es de cada 2 a cada 7 años, con 18 meses de duración. ENOS alcanza máxima intensidad entre noviembre y enero, disminuyendo en la primera mitad del año siguiente. El ENOS inicia su ciclo a mitad de año con calentamiento extensivo de aguas en el Pacífico ecuatorial y cambios en la circulación atmosférica tropical (Organización Meteorológica Mundial, 2014).
Los efectos del ENOS en Ecuador fueron severos en 1982-1983 y 1997-1998, causando pérdida de vidas, desaceleración en sectores agrícolas y pesqueros, aumento de precios y daños a la infraestructura del país. Sin embargo, su impacto fue menor entre 2017-2018 [6].
La National Oceanic and Atmospheric Administration -NOAA por sus siglas en inglés- en mayo 2023 pronosticó un aumento continuo de las temperaturas en el Pacífico central y oriental con un 90% de probabilidad de desarrollo de El Niño en los próximos meses y que persista hasta el invierno (NOAA, 2023). Sin embargo, la respuesta del ministro de Transporte y Obras Públicas (MTOP), César Rohon, en una entrevista del 29 de mayo mencionó que «Hay que pedirle a Dios que deje de llover y que, si El Niño viene, que venga suave». De esa manera, se evidencia la falta de planificación de gestión de riesgos ante esta situación.
La actualización del reporte de la NOAA al 8 de junio presenta dos posibles escenarios para ENOS: uno moderado-fuerte con un 56% de probabilidad y otro moderado con un 84%. Estos escenarios están incluidos en el Plan de la Secretaría de Gestión de Riesgos, aunque no se consideran medidas de prevención debido a la ausencia de planificación del Gobierno Central.
PREVISIÓN DEL IMPACTO ECONÓMICO EN EL PAÍS
Según el Instituto Oceanográfico de la Armada (INOCAR) en Ecuador, hay un 84% de posibilidades de que El Niño se manifieste a mediados de 2023.[7] Si se materializa el peor escenario estimado por el Fenómeno de El Niño, el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Finanzas, estima que los costos para Ecuador podrían ascender a USD 4 mil millones de dólares (5% del PIB). Por esta razón, el país está buscando financiamiento de organismos internacionales como el BID y el FMI para hacer frente a este shock económico.
Por otro lado, en el Análisis Coyuntural No. 25 del Colegio de Economistas de Pichincha muestra un escenario más optimista para Ecuador con una afectación entre el 1% y 1,5% del PIB, proceso que se dará en especial en las industrias de Construcción, Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y transporte como las más afectadas (Figura 1). Se espera que los cultivos de arroz, caña y azúcar se vean afectados por las fuertes lluvias a partir de octubre o noviembre. En ese sentido, el Gobierno prepara importaciones para mitigar los posibles efectos del fenómeno en la economía nacional.
Figura 1. Previsión del PIB y valor agregado por industrias de mayor riesgo frente a El Niño, en millones de USD$ corrientes, 2023-2024.

Fuente: García et al. (2023).
Elaboración: Propia 2023.
MEDIDAS PREVENTIVAS PLANIFICADAS PARA ESTE ESCENARIO
La Constitución de la República del Ecuador de 2008 establece un sólido marco legal en los artículos 14, 389 y 390 para la gestión de riesgos y la protección frente a desastres naturales. De esa manera, se reconoce el derecho de las personas a vivir en un ambiente sano y seguro, garantizando la preservación ambiental y la seguridad integral. Además, se enfoca en la necesidad de la prevención, una vez agotada esta opción se establece la mitigación y respuesta ante situaciones de riesgo, exigiendo la creación de una entidad rectora del Sistema Nacional Descentralizado de Gestión de Riesgos.
En el Ecuador, no solo se observa una preocupante falta de planificación y preparación para enfrentar este y otros riesgos -tanto naturales como antrópicas-, también la inestabilidad de las instituciones gubernamentales impiden formular acciones concretas de prevención (es importante recordar que la institución encargada de la Gestión de Riesgos perdió su rango de Secretaría en el gobierno de Moreno y recupera el estatus de secretaría en el gobierno de Lasso), ante la necesidad de tomar medidas ante estos eventos.
De esa forma, aunque existe un plan de acción de la Secretaría de Gestión de Riesgos, encargada de responder a estos desastres, su ejecución inmediata y los recursos económicos son insuficientes. Es así que, en lugar de formular medidas preventivas y una coordinación adecuada entre organismos responsables, el plan propuesto es totalmente reactivo, lo que pone de manifiesto la urgente necesidad de fortalecer la capacidad de respuesta y adaptación ante las posibles consecuencias que El Niño podría ocasionar en el territorio ecuatoriano hoy y en el futuro.
Lo antes mencionado se detalla en el plan que la Secretaría de Gestión de Riesgos presenta para hacer frente al ENOS, con actividades coordinadas por distintas instituciones estatales pero sin considerar la prevención (Figura 2). Por lo que, las acciones claves incluyen planificación centralizada y ejecución descentralizada a través del sistema nacional de gestión de riesgos, preparación intensiva de personal e infraestructura, capacitación de la población mediante información y simulacros, acciones coordinadas en todas las fases y establecimiento de coordinaciones entre organismos especializados. El plan se divide en cinco fases: Normalidad (Alerta Blanca a Amarilla), Mitigación (Alerta Amarilla a Naranja), Preparación para la Respuesta (Alerta Naranja a Roja), Respuesta (Alerta Roja hasta retorno a la normalidad) y Reconstrucción (retorno a la normalidad hasta el fin de actividades).
Figura 2. Diseño estratégico para afrontar el ENOS.

Fuente y Elaboración: Secretaría de Gestión de Riesgos, 2023.
ANÁLISIS DE LA PLANIFICACIÓN DEL ENOS EN AMÉRICA LATINA
El Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno El Niño -CIIFEN- enfatiza que la falta de vinculación entre los informes técnico-científicos y las políticas dificulta la toma de decisiones y un adecuado accionar. A pesar de la existencia de una red informativa internacional que promueve la concientización, prevención y adaptación a todos los niveles, la falta de cohesión institucional resulta en una gestión inadecuada en el territorio y una distribución ineficiente de los recursos. Además, otra de las lecciones que nos deja el ENOS 2015-2016 es la limitada gestión del ordenamiento territorial en los países (CIIFEN, 2017).
CONCLUSIONES
En conclusión, el ENOS plantea un importante desafío climatológico para el Ecuador y la región, especialmente por sus posibles efectos adversos tanto económicos como sociales, que pueden exacerbar las precarias condiciones de vida de la población. Una adecuada planificación de la gestión de riesgos es esencial para prevenir y mitigar los impactos, así como brindar una respuesta eficaz ante este fenómeno climático. Desde esta perspectiva, de igual importancia son las capacidades institucionales del Estado. Por lo que, a pesar de la existencia de un plan de acción de la Secretaría de Gestión de Riesgos, la falta de recursos y ejecución oportuna por parte del gobierno central, lo cual pone de manifiesto la urgente necesidad de fortalecer las capacidades estatales ante los riesgos naturales y antrópicos, así como sus desastrosas consecuencias en la población más vulnerable, constituida sobre todo por las personas en situación de pobreza.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
CIIEF. (2017). El Niño 2015-16: Evolución, vulnerabilidad e impactos en latinoamerica. Obtenido de https://issuu.com/ciifen/docs/el_ni__o_2015-16_evoluci__n__vulner
García, S., Jumbo, M., Cabezas, E., & Valverde, F. (2023). Fenómeno. Obtenido de https://colegiodeeconomistas.org.ec/wp-content/uploads/2023/07/25-impacto-economico-fenomeno-El-Nino-ECU.pdf
NOAA. (8 de Junio de 2023). June 2023 ENSO update: El Niño is here. Obtenido de https://www.climate.gov/news-features/blogs/june-2023-enso-update-el-ni%C3%B1o-here
NOAA. (11 de Mayo de 2023). May 2023 ENSO update: El Niño knocking on the door. Obtenido de https://www.climate.gov/news-features/blogs/may-2023-enso-update-el-ni%C3%B1o-knocking-door
Organización Meteorológica Mundial. (El Niño/Oscilación del Sur). Obtenido de https://library.wmo.int/doc_num.php?explnum_id=7889
[1] Estudiante de Economía, Universidad Central del Ecuador, jcambuludi@uce.edu.ec
[2] Estudiante de Economía, Universidad Central del Ecuador, jscollaguazo@uce.edu.ec
[3] PhD (c). Docente Investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Central del Ecuador, gduque@uce.edu.ec
[4] https://www.primicias.ec/noticias/sociedad/fenomeno-nino-inseguridad-alimentos-infecciones/
[5] NOAA. (8 de Junio de 2023). June 2023 ENSO update: El Niño is here. Obtenido de https://www.climate.gov/news-features/blogs/june-2023-enso-update-el-ni%C3%B1o-here
[6] https://biblioteca.bce.ec/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=27761
[7] Una cifra muy cercana a la estimada por la NOAA.
